lunes, 21 de septiembre de 2015

La muerte en la sala.



Muerte que visitas la casa del enfermo o del triste, del loco o del deprimido, del suicida o del asesinado. Muerte siempre serás muerte, tambaleando como campana llegaste cual fruta de árbol se entregó en cuerpo y mímica, imitando el fruto prohibido que balancea en una rama, cuelga de su cuello hasta que rompe la vértebra, salida fácil… camino seguro a la paz  para alguno y al infierno para otros, punto de encuentro entre cobarde por huir y valiente por hacerlo, nada en este mundo es tan complicado, nada en este mundo están serio, como para arrancar sin preguntar al ser amado su opinión, sobre tu partida de su lado, Nada en este mundo es tan importante como para terminar de un arranque tu vida que le pertenece a tu familia porque fuiste ahora que ya descansas en paz un ser amado. Descansar en paz para algunos y en el infierno estarás para otros.  
Miles de ganas y privaciones,  más que privaciones falta de decisiones, propósitos olvidados y rostros defraudados, personas que ya no están, solo recuerdos quedan del pan que comiste de niño en la mesa…  distancia que no se acorta, solo se olvida el camino de regreso cuando no transitas por sus senderos llenos de maleza, Cuadernos llenos y olvidados, maestros respetados y admirados ahora dejados atrás en el olvido…  ganas de correr, ganas de nadar ganas de sudar olvidadas en alguna parte del inconsciente obstaculizado por la amargura de la edad y de ti frente al espejo rasurando tu edad. Ya no podre’ valorar estos momentos pues no tienen sentido, algún día los abre pasado y los abre  dejado en el olvido.
                                          Maldita forma de vivir del ser humano no me acaba de dar más y más asco.

                                                                                                                                             Javier lpz